Talleres sueña y hundió más a Racing con una goleada visitante

 Talleres sueña y hundió más a Racing con una goleada visitante

Talleres, con extraordinarios recursos humanos en ataque, le pegó un cachetazo. Incluso, pudo ser más holgada la victoria. Le marcaron 23 goles a Gabriel Arias y es el arquero con la valla más vencida del torneo junto a Arsenal y Gimnasia. A 19 puntos de River, perdió el tren del campeonato y el ciclo de Fernando Gago está en su momento más crítico.La sacó barata Racing en el primer tiempo. Talleres pudo viajar al vestuario con el sello de una goleada. Y también es cierto que pudo haber empatado la Academia. El VAR avaló la decisión de Diego Bonfá, que levantó la bandera cuando Maxi Moralez quedó cara a cara con Guido Herrera y definió por encima del cuerpo del arquero.La desatención en el primer gol de Michael Santos es inadmisible. Los jugadores locales se quedaron reclamando un penal de Matías Catalán sobre Reniero que no se advirtió en las diferentes repeticiones. Y Gabriel Hauche, nuevamente volcado a la derecha en la doble función de atacar y colaborar con Facundo Mura, cerró hacia adentro presionado por Ramón Sosa, Rodrigo Garro habilitó a Santos y el uruguayo, que está con el pie caliente, no perdonó.Iban cinco minutos y el estadio era un hervidero. El mensaje bajó directamente para los jugadores. Y con el segundo gol, para los dirigentes. Otra vez combinaron Sosa, Garro y Santos. Nuevamente, falló Racing, en este caso Emiliano Insúa. El paraguayo asistió al cordobés que condujo la pelota al galope, Gabriel Arias tapó el mano a mano, pero el goleador del campeonato pescó el rebote para volver a gritar fuerte.

La pelota empezó a quemar en los pies de los más jóvenes, Tomás Avilés y Emiliano Saliadarre. En ese contexto crítico, Nicolás Oroz se hizo cargo de la situación. Al menos, intentó conectar con Maximo Moralez y Reniero arriba o cambiar de frente para Oscar Opazo. Pero el problema recurrente de Racing es el retroceso. Es permeable en el medio y sus centrales quedan siempre a contramano. Y Talleres no marcó el tercero porque Leonardo Sigali llegó a anticipar una definición de Gastón Benavídez, punzante por la derecha. Casi termina en gol en contra. El despeje del zaguero explotó en el travesaño.

Gago se retiró mirando al piso, como ocurrió en cinco de los útlimso seis partidos.
El partido estaba liquidado, pero Gago rotó posiciones y mejoró el equipo. Saliadarre se movió a la derecha y entró el pibe Baltasar Rodríguez. Creció Moralez y asistió a Pillud, que descontó con un zurdazo espectacular.

Racing se desbocó en la necesidad. No pudieron aumentar Santos ni Valoyes. Y Oroz marcó el segundo tras otra jugada de Moralez. De repente, la Academia se encontró al borde del empate. Sin embargo, los centrales tuvieron una noche lamentable. Insúa, sobre todo, pero también Sigali, que bajó a Sosa en una corrida. Claro penal que Valoyes canjeó por gol.

El final encontró a Racing con muchos pibes en la cancha: Catriel Ceballos, Román Fernández y el mencionado Rodríguez. No era el mejor escenario para tanto juvenil. ¿Hacía falta exponerlos? Talleres pudo hacer más goles. Bustos reventó el palo y Sosa lo perdió abajo del arco. Fue más que su rival. La Academia está desangelada. Ya no gusta, ni gana. Lo golean. Peor, imposible. En definitiva, los cordobeses fueron superiores.

Red Imagen