El 4 de agosto de 2001

 El 4 de agosto de 2001

El 4 de agosto de 2001

A 20 años del último show de los Redonditos de Ricota: crónica de un final no anunciado

Pese a las diferencias entre el Indio y Skay, nadie presagiaba que tras esa noche cordobesa ya no habría más “misas ricoteras”Sin saberlo, 45 mil personas asistieron el 4 de agosto de 2001 a la última función de la banda más convocante del rock argentino. Foto Daniel Cáceres

Sin saberlo, 45 mil personas asistieron el 4 de agosto de 2001 a la última función de la banda más convocante del rock argentino. Foto Daniel Cáceres

Actualizado al 03/08/2021 – 20:57

Irritación en vísperas del derrumbe del gobierno de la Alianza. Domingo Cavallo apareciendo como redentor. En un escenario serrano se presentaba el grupo más convocante del país: todo rockero que se precie dice haber estado en ese último recital de Los Redonditos de Ricota.

Lo de Córdoba bien podrá ser recordado como el día histórico más triste de la cultura popular.

4 de agosto de 2001 en el viejo estadio Chateau Carreras de Córdoba –ahora, Estadio Mario Kempes-. El cierre sonaría con Un ángel para tu soledad, segundo bis de la noche. Esa fue la imagen de un desenlace mucho menos redondo de lo imaginado. En principio, un final no anunciado: hacia noviembre tenían un show en la provincia de Santa Fe.

“Un estilo de vida”. La banda más convocante del rock congregó una vez más a miles de fieles seguidores. Foto Daniel Caceres

La última misa ricotera

Ese día de agosto, hace exactos 20 años, ocurrió el último recital de la banda más convocante de la historia del rock nacional. La última misa ricotera. Postal de época: dos micros llenos saliendo dos días antes desde la Plaza Roca, en Ballester hacia Córdoba. “¿Los Redondos? Un estilo de vida…”, se escuchaba por ventanillas que parecían parlantes.

Desde aquel entonces, Los Redondos son sus discos, sus canciones, sus letras y un hahstag que suplica piedad#SoloTePidoQueSeVuelvanAJuntar!

Hashtag que empezó siendo cantito antes de una de las primeras presentaciones solistas de Skay BeilinsonÉl, por un lado; el Indio Solari por el otro, trabajando en El tesoro de los inocentes (bingo fuel). Empezaba el fuego amigo. ¿Se multiplicaban como Almendra, o se separaban? El paso del tiempo fue drástico y desalmado con la feligresía.

El final de un “proyecto hermoso”, el inicio del fuego amigo siempre latente. Foto Daniel Cáceres

¿Cuántos grupos no volvieron? Los Beatles, Los Redondos… Y nos quedamos acá, pensando. En el Teatro Roxy de Mar del Plata, noviembre de 2020, se escuchó por primera vez el sufrido reclamo que anticipaba una quimera irreversible: “Sólo te pido que se vuelvan a juntar”, se cantó en la cara de Skay.

El “año sabático” se trasformaría en una fianza que aseguraba el incumplimiento de cualquier tipo de ilusión. De ahí en más, reclamos al 0-800 Patricio Rey.

El enojo del Indio, las bengalas y una sorpresa​

Los memoriosos –que se multiplican- recuerdan el inicio con Golpe de Suerte, el enojo del Indio, las bengalas en Juguetes Perdidos, Jijiji, y la sorpresa de Un ángel para tu Soledad en el cierre, con las luces encendidas marcando el final de la jornada.

Veintidós pesos costaba la entrada al campo de aquella noche cordobesa. El show empezó temprano, pasadas las 19. Unas 45.000 personas presenciaron el concierto, según cálculos oficiales. En otras palabras, estar ahí fue ver al Indio Solari y a Skay compartiendo sus últimas imágenes en un escenario. 

Los seguidores arriesgaban, como venía ocurriendo, que iban a tocar -básicamente-, canciones de Ultimo Bondi a Finisterre Momo Sampler, sus últimos dos discos. Pero el menú se amplió a Vamos las bandas, Preso en mi ciudad o Rock para los dientes.

Después del “una más y no jodemos más” llegó un Un ángel par tu soledad… Esa sería la postal definitiva de esta historia que había comenzado, lejos y hace tiempo, con una suerte de desprendimiento comunitario de un grupo setentista y platense llamado La Cofradía de la Flor Solar.

Red Imagen