Caso Blas dos condenados a perpetua

 Caso Blas dos condenados a perpetua

Los policías Javier Alarcón (33) y Lucas Gómez (38) fueron condenados a prisión perpetua por un juicio de jurados como coautores del asesinato de Blas Correas (17) en Córdoba, en el juicio que tuvo a 13 los agentes imputados. El delito por el que se los sentenció fue “homicidio calificado”.

Gómez fue señalado como el autor del disparo fatal (realizó tres más). A ambos policías, detenidos en la cárcel de Bouwer, también le atribuyeron la tentativa de homicidio calificado de los cuatro amigos que iban junto a Blas, que en el momento de su asesinato tenían entre 13 y 22 años.

Los otros 11 policías fueron acusados por encubrimiento y otros delitos conexos. Wanda Esquivel fue condenada a 3 años y permanecerá con prisión domiciliaria. Yamila Martínez recibió una pena de 4 años y 3 meses; Leandro Quevedo (4 años); Ezequiel Vélez (5 años y 4 meses); Sergio González (4 años y 10 meses); Walter Soria (4 años y nueve meses); Enzo Quiroga (4 años y 8 meses); Jorge Galleguillo (4 años y 8 meses); Juan Antonio Gatica (4 años); Juan Ramírez (1 año). Leonardo Martínez y Rodrigo Tolosa fueron absueltos. “Si el Tribunal lo entendió así, vamos a respetar las absoluciones”, dijo Alejandro Pérez Moreno, abogado de la familia de Blas.

“En este momento quiero abrazar fuerte a mis hijas. Voy a hacer declaraciones en la conferencia de prensa”, dijo ante los medios Soledad Laciar (45), la madre de Blas, acompañado por sus familiares.

Cuarenta minutos después dijo: “Dimos un gran paso. Sé que Blas está contento porque se hizo justicia y porque pudimos demostrar que hay un sistema, con la venia del poder político, para que estos casos ocurran. Siempre le tocaba al de portación de rostro, al de gorrita, al de antecedentes. Hoy entendí que esto le puede pasar a cualquiera. Y mucha gente sintió lo mismo. Somos muchos más los que luchamos contra la violencia institucional. En mi caso me comprometo a no permitir nunca más que estos casos queden olvidados”.

Blas fue asesinado en la madrugada del 6 de agosto de 2020, en un caso de gatillo fácil. ​En la que sería su última tarde, visitó a sus abuelos. Cerca de las 19:30 se dirigió a una cervecería. Lo esperaba un grupo de amigos. Pasada la medianoche decidieron ir a la casa de uno de ellos a jugar a la Playstation. Subieron al auto de uno de los cuatro amigos del grupo (tenían entre 13 y 22 años). Pero no alcanzaron a bajar: antes de llegar a destino fueron atacados por dos policías que se movían en un móvil policial.

“Está comprobado, porque están las cámaras de seguridad, que los policías no corrían ningún peligro. Mi hijo y sus amigos vienen frenando y cuando ven las armas de los policías se asustan. Las tenían desenfundadas. Y sí, no frenaron. Y la Policía respondió a los tiros, con la suerte de que sólo mataron a Blas porque podría haber sido una masacre. Hay 4 balas que dieron en el auto, una queda en el apoya cabeza del conductor, podría haber sido un desastre”, le contó a Clarín Soledad Laciar, en el segundo aniversario del crimen.

“Camino a otro hospital, fueron nuevamente interceptados por la policía, que les impidió seguir. Blas murió sin llegar a ser atendido. Los policías intentaron encubrir la escena y simular un supuesto enfrentamiento entre los jóvenes y los agentes implicados”, añadió el documento de Amnistía Internacional. Luego de dispararles, los policías empezaron a armar la versión del “enfrentamiento” y plantaron un arma dentro del auto de los jóvenes.En lo que fueron las “últimas palabras” de los imputados, Gómez y Alarcón aseguraron que “no tuvieron la intención de matar”. Gómez, además, le pidió perdón a la familia de Blas. De los otros acusados solo una, Wanda Esquivel, admitió haber “cometido errores”. Y pidió perdón por haber plantado un arma en el auto de las víctimas. El resto negó acusaciones y dijeron ser inocentes.

Red Imagen