Caranta y su futuro en Instituto con mucha duda y la renuncia puesta en la mesa.

Caranta se retiró de un día para el otro como arquero para ponerse el buzo de entrenador. Y se cruzó de vereda, desde barrio Jardín a Alta Córdoba, con todo lo que eso significa.
Se sabía: si salía bien, podía ser “un gol de media cancha”. Pero, si salía mal, el propio Castoldi quedaría en el centro de la escena, apuntado.
Apenas los efectivos de la Policía, los periodistas presentes y familiares de jugadores.
Ese escenario tenía mucho de final de historia, de fin de ciclo. De tristeza.
Minutos antes, el propio Caranta había presentado su renuncia ante el presidente del club, Castoldi Tito.